lunes, 27 de mayo de 2013

1. From the moment I met you, everything changed

- Sigo sin entender por qué aún no me has presentado a tu prometido y su familia - dijo la chica rubia mientras se acomodaba en el coche.

- Baja los pies de ahí - le contestó su tía Grace, al ver que su sobrina, Alessandra, más conocida como Alex, ponía los zapatos en el salpicadero del automóvil.

- No has contestado mi pregunta. - bajó los pies.

- Creí que no era una pregunta, simplemente algo que querías decir.

- Dios, para estas cosas mejor no digo nada. - Grace se rió.

- Venga, borde, que ya casi estamos.

- Uy sí, que ilusión... - dijo entre dientes sin que su tía la escuchase. Se puso de nuevo los cascos y optó por oír la voz del cantante de Kings Of Leon en 'Sex On Fire' en vez de la de su tía, que en ese momento la estaba atormentando.



Cuando Alex tenía seis años, sus padres murieron en un accidente de coche. Ella no recuerda mucho de aquel día, simplemente a su tía Grace llevándola a su casa, y desde entonces, cuidándola.
Tia Grace era una mujer de unos 42 años, alta, de piel morena, con un largo cabello rizado color caoba, obviamente fruto de un tinte de pelo. A pesar de estar ya casi en los cuarenta y cinco, conservaba aún la belleza de la que gozó veinte años atrás. Era una mujer decidida, y a pesar de tener bastante éxito entre los hombres, solo había estado casada una vez, pero aquello no salió bien, pues a los nueve meses de matrimonio, ya se estaba divorciando. 
Pero ese año, Grace tuvo que pasar seis meses en Los Ángeles por temas de trabajo, y allí conoció a Robin, quien supuestamente es el amor de su vida.
Dice que en cuanto le vio, surgió el feeling al instante. Asi que tras esos seis meses compartidos entre ellos y su nuevo amor, se vieron un día, y cuando Grace llegó a casa, estaba comprometida.

¿Y qué suponía esto para Alex?
Suponía un cambio de vida, desde su monótona historia en una casa de Londres, hasta un gran acomodado de tres plantas en la calurosa costa sur de Inglaterra.
Suponía una ampliación de familia. Ya no iban a ser solo ella y su tía, entendiéndose, complementándose entre ellas; sino que tendría un nuevo tío, pero que tendría la función paterna, al igual que Grace para Alex tiene la materna.
En el tema del colegio no le preocupaba lo más mínimo, eso era lo único a favor.
En su antiguo instituto, solo había un puñado de niñatos pijos de manicura francesa, cuyo sentido en la vida solo se basaba en arruinar las de lo demás y reírse de aquello que era diferente al plan de su estilo de vida.
A ver, Alex tenía amigos, pero eran simples amigos capaces de olvidar con el paso del tiempo.
La única gran amiga que había tenido nunca era su prima, Victoria McArthur, a la que no veía desde la Navidad pasada, pero había seguido en contacto con ella. Cuando se veían, parecían hermanas. Siempre unidas, hablando como si no hubiese mañana, como si se conociesen sin ningún secreto... Que pena que solo se viesen tres o cuatro veces al año. Pero para bien suyo, Victoria vivía muy cerca de donde iba a vivir Alex, asi que eso le resultaba bastante atractivo.


- ¿Cómo decías que se llamaba el chico que va a ser mi primo? - preguntó la joven.

- Hermanastro.

- Técnicamente es mi primo.

- Pero será para ti como un hermano, así que hermanastro.

- Vaaale, ¿pero cómo se llamaba? 

- Harry.

- Harry, Harry, Harry... - repitió para que nos e le olvidase - Vale. Y la niña pequeña Sophie, de diez años, ¿no?

- Sí.

- ¿Y cómo se llamaba el instituto?

- Oaks Elementary High School, aunque todo el mundo lo llama "el OEHS", por sus iniciales - Alex resopló.

- El nombre me sigue sonando a colegio de pijo.

- Hombre, un poco lo es, pero está bien, tiene una enseñanza muy buena. Además tiene muchas salidas para el futuro, unas instalaciones muy buenas...

- Apasionante, cuéntame más. - ironizó la chica.

- Imbécil - concluyó Grace con una sonrisa.


El móvil vibró.

Victoria: Cuanto te queda chochona!?x

Alex: Chochona??? Pues aquí la señorita Grace dice que poco

Victoria: Entonces genial. Mañana te veré y te enseño la ciudad, no?

Alex: Sí, por favor. Que si no seguro que tendré que ir con el chico este, el hijo de Robin.

Victoria: Harry? Venga, seguro que es majo, e incluso puede estar bueno... Déjamelo a mí si eso...

Alex: Cómo es posible que tú te acuerdes de su nombre y yo no?

Victoria: Soy más lista que tú. Bueno, no te entretengo más, un beso

Alex: Idiota... Adiós!


Abandonó el Whatsapp mientras se ría recordando las historias que le contaba su prima. Que si una noche un chico, que si otra noche otro, que mira lo que hemos hecho...
De verdad, toda una galería de aventuras sexuales increíble.
¿Quién iba a decir que la inocente Victoria McArthur, cuyos padres tomaban por chica ejemplar, era en el fondo una joven adicta a los rollos de una noche?
Bueno, eso deja claro que las apariencias no son lo que parecen.


(...)


- Ya hemos llegado - dijo Grace.


Alex abrió los ojos con pesadez. La luz del sol se filtraba a través de ellos, sin dejarla ver. Pero en cuanto lo hizo, una casa enorme se levantaba ante su vista. 
Ya sabía como era, pues tuvo que aguantar a Grace durante dos semanas contándole tooooodo sobre el lugar al que iban a vivir.
La casa era blanca, con tejado de tejas negras, a juego con el color del marco de las ventanas. Al rededor de la construcción se extendía un enorme porche, en cuya cara delantera descansaban un sofá, una mesa y un par de sillones.
Antes de la casa, había una gran explanada de césped inmaculado, de un color verde increíble.

Casa de niño pijo, pensó Alex.

Se frotó los ojos debido a que la amplia luz de aquel sol le hacía daño en los ojos. Todo era tan distinto a Londres...
En frente del porche, Alex vio que había un hombre. Este, tenía la piel morena, un abundante pelo negro echado hacia atrás, y rondaba la edad de tía Grace, aunque podría aparentar perfectamente por unos treinta y cinco años, ya que se veía que aquel hombre se cuidaba. Quizás cada mañana salía a correr por la playa...

- Es Robin - dijo animadamente Grace en cuanto bajaron del coche. 

Dicho esto salió escopetada hacia él y cuando llegó sobraron las palabras, ya que inmediatamente se abrazaron, y bueno, también empezaron a morrearse, pero mejor no entrare n detalles.
Para Alex era tan raro ver a su tía así, junto a un hombre...

- Ugh, que asco. Los mayores de cuarenta años no se deberían besar... - dijo una voz aguda a su lado. Alex giró la cabeza y la bajó, encontrándose con una pequeña niña de pelo rubio y nariz respingona, que hablaba mirando hacia donde estaban Grace y Robin.

- Bueno, a veces es bonito.

- Yo no sé lo que le ve la gente de bonito a que te llenen la boca de saliva y a que te pringuen con la lengua. - Alex esbozó una sonrisa.

- Mucho sabes tú para tener apenas diez años, ¿no?

- La edad es solo un número. - se quedaron unos segundos en silencio - Soy Sophie, Sophie Styles - dijo la dulce chica tendiéndole una mano a modo de saludo a Alex, a quien le hizo gracia esto.

- En cantada - correspondió la joven - Soy Alessandra Drake.

- ¿Asi que a partir de ahora vas a ser mi hermana?

- Sí bueno, podría decirse así.

- Genial - sonrió ampliamente - me caes bien.

- Gracias.

- Vaya, paree que ya os conocéis - dijo Robin colocándose al lado de ellas con un brazo por encima de los hombros de Grace.

- Sí bueno, hemos hablado un poco - dijo Sophie mirando a Alex cómplicemente.

- Hola, soy Robin - le dijo el hombre acercándose a ella.

- Hola... - susurró casi en un hilo de voz. ¿Qué se suponía que debía decir en estas situaciones? Se acercó también un poco al hombre y acabaron dándose un abrazo a modo de saludo, que resultó ser un poco incómodo para ella ya que nunca le gustó mucho que la abrazasen.

- Bueno, os ayudo con las maletas y os enseño la casa, ¿vale?

- Vale - dijeron tía y sobrina a la vez.

Entre los tres, ya que Sophie simplemente miraba, consiguieron descargar gran parte de lo que había en la parte trasera del coche, que estaba de todo menos vacía. 
Parece raro, pero casi todo lo que tenían en la casa de Londres, les cupo en el coche. Tampoco era mucho lo que tenían que llevar, porque los muebles no hacían falta, así que los vendieron. Era más el tema de la ropa, cosas personales, etc. Pero a presión y con maña, todo cabe.

Alex era la que iba en cabeza en aquella cola de personas portando maletas, y fue la que se ocupó de abrir la puerta, bueno, más bien empujarla ya que ya estaba abierta.
Ante sus ojos de presentó un grandísimo espacio, que podría contar como el salón, que alternaba colores negros y blancos.
Muy étnico todo.
Pero la verdad es que la casa o lo que llevaba vista de ella, era bastante bonita, y le gustaba. Estaba ansiosa de ver cómo era su cuarto.
Hace tiempo Grace le preguntó que cómo lo quería para decírselo a Robin, y ella dijo qeu algo discreto, que si podría tener color verde mejor. Y desde entonces la curiosidad le picaba.

- Pues este es el salón - dijo Robin - A mano derecha está la puerta que lleva la cocina, a la izquierda hay un baño, la puerta de al lado es la del cuarto de limpieza, con las lavadoras y tal... - siguieron andando, hasta adentrarse más en el salón y tener acceso a las escaleras - Y si subes... - Robin dejó de hablar, y miró hacia lo alto de las escaleras - Harry, ¿no piensas saludar?

Un chico castaño, de unos rizos bastante abundantes, y unos preciosos ojos verdes descansaba de pie sobre las escaleras. Tenía una piel blanca, que parecía impoluta, y un cuerpo largo y marcado, que se le notaba que hacía deporte, al igual que su padre. Llevaba unos pantalones grises pitillo, y una camiseta negra de manga corta, dejando ver una larga galería de tatuajes y unos brazos musculosos.

Pero lo que a Alex más le inquietó al verle fue que él, rápidamente clavó su mirada en ella, sus ojos verdes, mirándola fríamente y entrecerrando los ojos, como si en ese momento quisiera hacer que le explotase la cabeza. Después hizo una mueca con la boca y se dio la vuelta, desapareciendo por la casa.

Cualquier chica, justo en el momento de verle, hubiese caído rendida a sus pies, pero lo que primero se le pasó por la cabeza a la joven fue:

Imbécil.


- No es por ti, eh - dijo Robin al ver que, ante la reacción de Harry, Grace había agachado la cabeza. Y es que ella lo que menos quería es que aquel chico la odiase.

- Es por ti - aclaró Sophie mirando a Alex - Cuando papá le dijo que iba a tener una hermana de su edad, se enfadó. Dice que no quiere una adolescente en casa estando histérica por todo, yendo de sobrada, y teniendo que aguantar sus muchos cambios de humor por la regla.

- Vaya, es... Un buen comienzo... - dijo Alex un poco confundida.

- Pero ya se le pasará - aclaró Robin - Ahora se comporta como si le hubiesen metido un palo por el culo... Pero qué se le va a hacer... - se acercó a Alex y le susurró - pero tienes mi permiso para hacerte todas gamberradas que quieras, a ver si tú le bajas los humos... - dicho esto se separó y le guiñó un ojo. Este hombre le empezaba a caer bien.

- Venga Alex, que te enseño tu cuarto - dijo Sophie cogiendo la mano de la chica.

- Em vale. - la pequeña tiró de ella hacia las escaleras, pero de repente se paró.

- No, espera, que necesito ir urgentemente al baño, tú ve subiendo - la pequeña se desprendió del agarre y salió escopetada hacia el baño de aquella planta.

Entonces Alex, sin saber mucho a donde iba, empezó a subir las escaleras, preguntándose dónde estaría su cuarto.
Se encontró con un pasillo que tenía cuatro puertas exactas, todas ellas blancas, aunque una tenía pegatinas de hadas y princesas y tal, así que supuso que esa sería la de Sophie.

Abrió la primera puerta y lo que vio al instante fue una cama de matrimonio enorme, así que desechó la idea de que aquel cuarto fuese el suyo, por lo que siguió buscando cual era.

Le tocaba ahora una puerta a la derecha, al lado contrario de la de Robin y que la de Sophie.
Cogió el picaporte y tiró hacia abajo, aunque estaba muy duro, por lo que tuvo que ejercer mucha presión hasta que finalmente se abrió, pero con lo que se encontró no fue una simple habitación, sino con aquel chico tan repelente que desde el primer momento que le había visto, había empezado a odiarle.

- ¿Podrías dejar de molestarme? - dijo fríamente aquel chico mirándola con ojos acusadores. Tenía una bonita voz, grave, pero en ese momento a Alex cómo tuviese la voz o no se la sudaba un poco, y el haber fruncido el ceño era clave de ello.

- Ey chaval, conmigo te relajas, eh - le dijo la chica duramente, al igual que él le había hablado a ella.

- Mira, sé que vamos a ser hermanitos - puso una sonrisa exagerada e irónica - pero todo esto puede ser muy fácil. Tú no te metes en mi vida, ni me molestas ni nada, y yo tampoco te molestaré a ti, te dejaré en tu burbuja, ¿Está claro?

- Tú te caíste de la cuna de pequeño y te diste un fuerte golpe en la cabeza o algo así, ¿no? Porque si no no me lo explico. - agredió la chica. Pero Harry, lo único que hizo fue resoplar y cerrar de un portazo la puerta.

- Empezamos bien - concluyó Alex chasqueando la lengua.




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Holiiiiiis:)
Aquí está el capituloo_:)
Siento haber tardado tanto, pero esque esta semana ha sido una locura.
El jueves me fui al Hotel Eurostars para ver si estaba One Dirceton ahí, pero no les vimos, después, esa noche me entero que voy al concierto, por lo que el día siguiente lo tuve ocupado que por cierto ASDFTGYHJIKLWASEDFGYHUJIKOLDRFTYGHUJIKESDRFTGYHJIKOLDFGHJKLDFGYHJIKOEDFGHJKDFGHJKDFGHJIKOLEDFGHJK EL CONCIERTO LA PUTA JJJJOOOOOSTIAA, LO MEJOR DE MI VIDAA, Y ANTES DE ESTE VI A  HARRY, Y ME LANZÓ UN BESO, BUENO, A MI Y A DIEZ PERSONAS MÁS, PERO YO ESTABA DELANTE DE TODO, EN PRIMERA FILA, ASI QUE A MI, JÁ! SI QUEREIS VER FOTOS O TAL, EN TWITTER ESTÁN.
Luego el sábado, fui de nuevo al hotel, (siete horas! pero me puse morena) y no salían, y no salían, asi que fui a vistalegre con unas amigas y ZASCAA! Les vimos, sisisisisisi y estaban super guapos, muchísimo. Son más guapos en eprsona que en fotos y eso ya es decir mucho.
y bueno, el domingo tuve que hacer todo lo que no hice ese finde, jeje, y aquíe stoy.
Aviso que empezará un poco así la novela pero que cogerá intensidad con el paso del tiempo, ya vereis MUAHAHAHAHAHAHAHHAHAHAHAHAH aún os queda mucho que descubrir.
Y bueno, nah mas, simplemente que le dedico este capítulo a la Señora Malik, @paulavilla98 por hacerme este precioso cuadro de mi Nialler:



Que te quiero mucho paula:)
Y ya si que eso es todo, un besazooo:)

PD: Ni siquiera llevo dos capítulos y ya tengo casi 1000 visitas y 11 seguidores. ¿Acosadoras obsesionadas?

1 comentario:

  1. Me encanta algo me dice k estará interesante sube pronto guapi

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