martes, 11 de junio de 2013

5. It's everything about you, everything that you do.

Harry se paró un momento para mirar la cómica escena que se daba en el salón de su casa, y Alex aprovechó este milisegundo para, desde el tercer escalón, saltar sobre la espalda de Harry, arrollándolo y tumbándolo en el suelo. Este, el joven, se quejaba dolorido por el impacto de la chica, quien le daba manotazos en la espalda. En un momento, bajo la atenta mirada de todos los presentes, agarró un manojo de rizos del chico con su mano y tiró, haciendo que este tuviese que incorporar la cabeza.

- Henry Edward Styles - 'Mira por dónde, me he aprendido su nombre entero' pensó la chica - Eres el ser más despreciable de este mundo, además de un pervertido. ¿¡Pero cómo se te ocurre hacerme eso!?

- ¡Ah! - se volvió a quejar el chico de pelo rizado en cuanto Alex le dio otro tirón.

- ¿Que te ha hecho? - preguntó Niall tras calmar la risa que le había surgido por lo de Liam. 

Alex levantó la cabeza, ya que no se había percatado casi de que estaban ahí.

- Anda, ¡hola! - dijo más animada, aunque aún contenía el cabello de Harry en su mano. Miró a los chicos. Niall, ese rubio tan gracioso que conoció en Nando's, Louis, al cual, al mirarle, no pudo evitar sonrojarse un poco, su prima, con la cabeza bien alta al lado de un chico... Ese chico. No le conocía. Seguro que sería el tal Liam - Tú eres Liam, ¿no? - preguntó al chico de pelo castaño y nariz respingona, que se veía sonrojado y un poco cabizbajo, aunque mirando de reojo a Victoria cada cierto tiempo.

- Sí, encantado - dijo educadamente y ya perdiendo esa vergüenza que parecía tener - Y tú la famosa Alex, ¿verdad?

- Vaya, ¿para todos soy famosa o qué? - dijo sonriendo.

- ¡Me haces daño!- volvió a quejarse el chico intentando moverse, pero Alex le tenía paralizado.

- Tu te callas - dijo ella bordemente volviendo a tirar.

- Pobre chico - dijo Victoria casi en un susurro. Liam la miró con el ceño fruncido. Claro, si Victoria ve a Harry en esa situación si que se preocupa, pero si Liam lo pasa mal porque Niall lo pone en evidencia ella no hace nada. ¿Le interesaba Harry o qué?

- A ver, - dijo Louis - ¿qué ha hecho esta vez para que esté en este martirio?

- ¡Me ha tocado el culo!- exclamó Alex. Los tres chicos se miraron cómplices entre ellos y luego soltaron una risa. - ¿De qué os reís?

- De que ese comportamiento es típico en Harry - respondió Liam.

- ¿Lo de ir tocando culos por ahí? - argumentó Victoria. Liam giró la cabeza y la miró profundamente a los ojos.

- No exactamente. Lo de ser un descarado.- respondió.

- Tios, ayudadme, por favor, que está loca - suplicó Harry.

- Loca tus cojones - Alex volvió a tirar de su pelo. Los demás rieron. Era divertido ver cómo aquella chica le tenía dominado.

- Eso te pasa por ir tocando cosas que no debes, Harry - dijo Niall.

- Sí, macho - dijo Louis con una sonrisa - esas cosas resérvalas para Cecilia.

- ¿Cecilia? - preguntó Victoria.

- El amor platónico de Harry - dijo Liam.

- ¿La rubia plastificada de Nando's? - Niall asintió reprimiendo una sonrisa. Alex agachó el cuerpo feliz y acercó la boca al oido de Harry - ¿Has oido, eh, Harry? ¿Quieres que llamemos a tu novia?

- ¡Apartate de encima mía! - respondió bruscamente él.

- Uy que carácter - dijo ella chascando la lengua - A lo mejor si Cecilia viene se te pasa...

- ¡No! - dijo el chico. Los demás se reían.

- Seguro que le hace mucha ilusión verte....

- ¡No, no, no! - repitió él.

- Le tienes cogido por los huevos, eh - dijo Victoria.

- Bueno, se hace lo que se puede - respondió Alex con una sonrisa ladina. - A ver Harry, ¿qué tienes que decir?

- ¡Que eres una guarra de mucho...!

- Chst - le cortó - No hagas que las cosas empeoren. ¿Qué tienes qué decir? - remarcó ella. Harry emitió un suspiro.

- Losiento... - dijo el chico con boca pequeña.

- ¿Qué? No te he oido.

- Que lo siento, coño. - el chico ya se estaba hartando de ella. Joder, que solo le había tocado el culo. No quiere ni imaginarse como se habría puesto si por algún casual se le va la pinza y la pellizca una teta. Menuda estrecha. Esta ni novios ni nada, de cabeza al convento. 

- Así mejor - Alex se levantó dejando libre al chico, que se levantaba con dolor, pasándose la mano por la cabeza por la zona en la que le habían tirado del pelo.

- Te odio - dijo Harry sintiéndolo profundamente.

- El sentimiento es mutuo - Alex sonrió exageradamente y después se giró hacia los demás - Siento que me hayáis visto de esta forma, yo normalmente no soy así - se excusó ella. Su prima la miró con el ceño fruncido - Bueno, solo con Harry.

- Me subo a mi cuarto - dijo este.

- ¿Por qué? - dijo Louis.

- Bajaré en un rato - respondió ariscamente.

- Adiós Harry - dijo Alex.

- Que te jodan - dijo empezando a subir las escaleras.

- Yo encantada - respondió la chica. Después se oyeron unos susurros de Harry, de los que solo pudieron entender "puta" y "¿por qué a mi?" nada más. - ¿Se comporta siempre así? - preguntó una vez Harry había desaparecido.

- Que va, - dijo Niall - en realidad es un buen tío.

- Oh, me gustaría verlo. 

Todos se sentaron repartiéndose en los sofás y empezaron a hablar, a conocerse mejor. A Alex le caían muy bien estos chicos, le parecía mentira que alguien tan imbécil como su hermanastro pudiese tener unos amigos tan agradables. Su prima, Victoria, también descubrió que estos chicos eran de su agrado. ¡Cómo había cambiado Niall desde que le vio la última vez!

Estaba claro que había como dos parejas principales que hablaban más entre ellas. Louis y Alex, entre las que se podía notar una especial conexión desde el principio. 
Los dos tan liberales, con las ideas tan descolocadas... Y por otro lado Niall y Victoria, que hablaban sobre todo de los recuerdos de la infancia.
Y después estaba Liam, que estaba en su mundo, con los codos apoyados en sus rodillas, y las manos sujetándole la barbilla. No se quitaba de la cabeza lo de Victoria... ¡Ella no le recordaba! En cambio él recordaba todo de aquel día... Algo que hizo que cambiase su forma de hacer las cosas... Liam cambió radicalmente por ella... Y ella no es capaz de recordar el por qué...

La susodicha, Victoria, se percató de que Liam estaba distante, asi que aprovechando un momento en el que Niall, Louis y Alex hablaban sobre cuál era la mejor peli de Harry Potter, ella se acercó a él y se sentó a su lado.

- Hola... - susurró ella. Él la miró y la sonrió tristemente. Había cambiado mucho. Ahora estaba más guapa.

- Hola - respondió él.

- Sería muy obvia si te digo que te pasa algo, ¿verdad?

- Demasiado.

- Y bueno... - dijo ella - ¿Puedo saber qué es o es secreto secretísimo como la receta de la Burguer Cangreburguer? - esto hizo esbozar una sonrisa a Liam, pero no contestó a lo que ella le preguntó - ¿Ha sido por lo de Niall? Porque si quieres voy ahí y le zurro - otra sonrisa más que esbozó. Además de más guapa, ahora estaba más encantadora. ¿Por qué el destino ha sido tan cabrón de hacer que él se encontrase con ella de nuevo?

- No ha sido por eso. Aunque... Yo no estaba... Ya sabes... Eso.

- No pasa nada, tranquilo. Ya lo sabía.

- Y bueno... - dijo él ya más animado simplemente por estar hablando con ella - ¿Vas a ir al OEHS?

- Que va... Yo soy del Colegio Mayor, pero créeme, me gustaría estar en el OEHS.

- A mi también me gustaría que estuvieses - susurró muy bajo Liam.

- ¿Qué? - dijo ella.

- Nada, nada - Pero ella le había entendido perfectamente. Había algo raro en aquel chico, algo que le ocultaba. Se quedaron en silencio unos segundos.

- Bueno... - dijo ella, pensando en algún tema para hablar. Miró más fijamente al chico, que había vuelto a poner los codos sobre las rodillas, y que se perdía mirando a un punto fijo. Era bastante guapo, y su cara se seguía repitiendo en su mente. ¿Dónde le había visto? Miró su cuello y se percató de que en él había una peculiar mancha pequeña, que no sabe por qué, pero ella ya conocía. Miró sus brazos, que se veían fuertes y ejercitados a través de esa fina camiseta de color granate. Ya más claro que nunca, ese chico le intrigaba, y eso, en cierto modo, le atraía, pero él se mostraba distante.

- Yo me voy - dijo en un momento Liam. '¿Qué?' fue lo que pensó Victoria. Apenas llevaba un rato ahí, ¿por qué se tenía que ir?

- ¿Y eso? - le dijo Niall que había escuchado lo que había dicho.

- Eh... Tengo cosas que hacer.

- ¿Y no puedes quedarte un poco más? - dijo Alex.

- No, no - insistió Liam. Lo menos que quería era seguir en esa casa cerca de ella. Louis se levantó y se acercó a Liam.

- Bueno, entonces te veo mañana, ¿no? - dijo.

- No creo - respondió Liam - cumpleaños de prima.

- Adoro a tu prima - dijo Niall, a lo que Liam le sonrió.

- Entonces ya nos veremos, adiós tío - y se dieron uno de estos choques-abrazo de machos raros que tienen los chicos. Victoria, Alex y Niall también se levantaron, y el rubio repitió con Liam lo mismo que hizo este con Louis.

- Adiós - se despidió animadamente Alex dándole dos besos.

- Espero volver a verte pronto - respondió cordialmente él. Ahora llegaba lo de despedirse de Victoria, cosa que quería evitar totalmente, pero Liam era de todo salvo un maleducado. Asi que rápidamente y emitiendo un corto "adiós", le dio dos besos a la chica y se fue de la casa, sin darle tiempo a nadie a que dijese algo más.

Esa noche necesitaba descansar, y bastante, para asimilar todo lo que había ocurrido. Pero nunca se imaginaría las cosas que pasarían en apenas unas semanas.




Tras la marcha de Liam, todos se quedaron hablando bastante rato, pero Alex se había percatado de algo. Harry no había bajado, y llevaba mucho tiempo en su cuarto.
¿Se habría enfadado demasiado?
Una pizca de culpabilidad se pasó por la mente de Alex, pero haber, el chico se lo merecía por ser un gilipollas, pero quizá ella había sido muy brusca con él. 
Quizas debería subir y pedirle perdón, o no.

No, mejor no. Que se aguante.


- Bueno, nosotros nos vamos ya - dijeron los chicos tras pasar una gran velada.

- Sí, yo también me tendría que ir - dijo Victoria.

- Oye, - habló Louis - Yo he traído el coche, y llevo a Niall, ¿quieres que te deje en casa a ti también? 

- ¿Enserio? - dijo Victoria ilusionada. Louis asintió - Pues yo encantada.

Los tres se despidieron de Alex, ayudándola antes a recoger un poco el salón, ya que habían dejado cojines tirados por ahí, vasos de bebida y tal. Hecho esto, fueron hacia la puerta. Niall y Victoria salieron primero de la casa, pero Louis se quedó unos segundos más, para hablar con Alex.

- Me ha encantado conocerte mejor hoy - dijo Louis sonriendo.

- Igualmente. Nos veremos alguno de estos días, ¿no?

- Claro, es más, mañana mismo estoy en tu cuarto despertándote.

- Si venga, con el desayuno preparado y una rosa, ¿va? - se rió ella.

- Oye, una cosa, si Harry te hace algo tu avísame que yo le intimido - Alex frunció el ceño.

- Gracias pero no creo que tenga problema, sé defenderme yo sola.

- Bueno, era una excusa para enseñarte mis cualidades caballerosas, pero bueno...- Alex sonrió.

- Aun así puedes enseñármelas, sin excusas.

- Tomaré nota - los dos se sonrieron, mientras a ambos les brillaban los ojos. Louis levantó una mano, y con esta, colocó un mechón del flequillo de la chica detrás de su oreja. - Bueno, hasta pronto. - dicho esto se acercó lentamente y depositó un delicado beso en la mejilla de la chica, que hizo que esta se derritiera. Después, Louis abandonó la casa, dejando en el cuerpo de Alex una de las mejores sensaciones.


Con el ánimo subido y el alma feliz, la chica se sentó en el sofá con una manta, y encendió la tele, ya que aún faltaba tiempo para que viniese su tía con Robin y Sophie, y tenía que matar el tiempo. Ya era entrada la noche, pero aún era muy pronto para cenar. Aunque a pesar de aún joven la noche, Alex se rindió fácilmente, pues a los diez minutos de encender el televisor, ya estaba dormida.



Harry llevaba encerrado en su cuarto toda la tarde. No sabía por qué, pero se le habían quitado las ganas de estar con sus amigos y bueno, con gente en general. 

Quería encerrarse en su cuarto y simplemente estar solo, pensar en algo que ni siquiera sabía qué era. Algo que le incomodaba, que estaba presente en la mente, ¡pero no tenía ni idea de qué cojoños era! 
Incluso se dio una ducha y durmió unos treinta minutos, a ver si se despejaba un poco, pero nada, más mente atascada.

Hasta que descubrió el problema: se sentía mal por lo que le había hecho a Alex.

Debía admitir que toda esta semana había estado molestándola día si y día también, y que aunque ella también, alguna vez, había sido un poco capulla, pensó que no debía estar pasando por el mejor momento. Intentó imaginarse la situación de Alex, en una nueva ciudad, nueva familia, nueva gente... Sí, definitivamente no sería fácil, y Harry lo estaba haciendo más complicado.

Asi que tiempo después de que Harry oyese, y viese por su ventana como sus amigos se iban, decidió ponerse algo de ropa, pues después de la ducha solo se había quedado con unos finos boxers, y bajar al salón, si es que Alex seguía allí, para pedirla perdón, y prometerla que intentaría que las cosas fuesen mejor entre ellos, pues si Louis, Niall y Liam podían estar encantados con ella, ¿por qué no él?

Bueno, pues lo dicho. Harry se vistió, con algo cómodo, y empezó a bajar las escaleras, mirando a sus pies pensando en qué decir.
Mientras bajaba concentrado, oía el sonido de la tele, asi que Alex seguiría en el salón.

- Eh... Alex... Que yo... - dijo Harry bajando los últimos peldaños, pero en cuanto levantó la cabeza le sorprendió un poco lo que vio.

Alex estaba tumbada sobre el sofá, abrazando a la manta que cubría la mitad de su cuerpo, y durmiendo plácidamente.
Harry al ver esto sonrió involuntariamente. 
Se acercó a donde estaba Alex, y con cuidado, sin intención de despertarla, se echó la manta al hombro y cogió al igual que a una princesa a Alex, dispuesto a llevarla a su cuarto.

Esto le recordaba a aquellas noches en las que, después de que la madre de Harry y Sophie les abandonara, él se encargaba de arropar a su hermana pequeña y llevarla a la cama, igual que Harry estaba haciendo en ese momento con Alex.
Dormida parecía tan indefensa... Y además como ventaja podía decir que pesaba muy poco.
Nadie que la viese así diría que en el fondo, aquella chica era una bestia parda.

Harry volvió a subir las escaleras con movimientos lentos, siempre observando a la joven, atento de que no se despertase. Ahora ella se había acomodado involuntariamente sobre los brazos de Harry, pareciendo más un bebe recién nacido que una chica de diecisiete.

Ya habiendo llegado a la habitación de la chica, Harry empujó la puerta y se coló en ella, acercándose a la cama, donde depositó a Alex y después la cubrió con la manta que se había echado al hombro.
La miró.
No era tan mala cuando la veía así.
Bueno, a ver, no es que fuese mala, solo un poco... Tocapelotas. Aunque su vida no había sido fácil, y eso Harry lo tenía que tener en cuenta.

Echó un vistazo al cuarto, desordenado, aunque no más que el suyo.
Se acuerda de cuando lo estuvo pintando a regañadientes, molesto por la idea de tener una hermanastra.
Pero por un momento, en ese instante, pensó que la idea no era tan mala, lo de ampliar la familia, y que puede que quizás lo de que Alex haya llegado a la casa pueda ser algo bueno, quién sabe.

Harry de repente sacudió la cabeza. ¿En qué estaba pensando?
Verdaderamente las noches le amariconaban.
Mejor que se fuese a cenar algo y después a distraerse, que no es bueno pensar en esas cosas.

Dicho esto, bueno, más bien pensado, Harry se dio la vuelta, no sin antes colocar un suave beso en la frente de Alex a modo de despedida.

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Heey, aqui estoy, siento haber tardado un poco pero esta es la semana de examenes, es mas yo tndria que estar estudiando ahora, pero ya veis... Bueno, no tengo mucho que decir, simplemente que ahora esta un poco inactiva la novela, que ya mejorará.
Besooo

4 comentarios:

  1. Me encantaaaaa esta super bien pasara algo entre alex y harry?? Sigue subiendo :) besiss xx

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  2. me gusta muchoooooo :) cada cuantos dias subiras los capitulos??

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