viernes, 13 de septiembre de 2013

28. Closer, maybe looking closer.

Cuando sonó el timbre, Cecilia no reparó en esperar ni un segundo. Cogió sus cosas y rápidamente salió de clase. Llevaba evitando las miradas interrogantes de Niall todo el día, así como sus intentos de acercarse ara hablar, dos notitas en clase escritas por él, e incluso lanzarle un avión de papel. Pero no, ella se abstenía a caer en sí, estaba ya harta de que él se comportase de esa manera.
Pero todo este esfuerzo le sirvió en vano, porque Niall a había previsto que ella iba a salir deprisa, por lo que tuvo sus cosas recogidas, pero no previó que saliese tan deprisa. Asi que de este modo, el chico la alcanzó cuando ella estaba saliendo por la puerta principal. Agarró su brazo y se apartó un metro de los cinco escalones de la entrada.


- Cecilia...

- Tengo prisa - contestó ella borde. Intentó zafarse del agarre, pero él la cogió con otra mano más. El cuerpo de Cecilia estaba como en su cumbre máxima, nunca se acostumbraría a estar al lado de Niall, a que le provoque esas cosquillas en el cuerpo.

- Me da igual si tienes prisa. Tú  o vamos a hablar ahora mismo de lo que ha pasado. - estaba serio, raro en él. La chica se sorprendió al pensar en que esta semana le había visto serio más de una vez. ¿Niall? ¡Si era la felicidad en persona!

- Vale, pues dime tú qué es lo que ha pasado.

- ¡De eso quiero hablar, que es que no sé qué está pasando!

- Pues vas bien... - se dio la vuelta para irse pero él otra vez volvió a pararla.

- Mira, lo siento, ¿vale?  Por lo que ha haya hecho, sea lo que sea. - a ella le consumió la ira en apenas un segundo.

- ¿¡Asi que estás pidiendo perdón por algo que no sabes qué es!? Vamos, que en realidad arrepentimiento hay poco. - Niall fue a hablar, pero desvió la mirada hacia detrás de ella. Cecilia, confundida, se giró y vio que estaban Tania y Emily. - ¿¡Qué!? - dijo malhumorada.

- Tenemos que hablar. - empezó Tania. Cecilia se llevó las manos a las sienes y suspiró.

- A ver, cielos míos. - pronunció como si ellas fueran tontas, que en cierto modo así era. Bueno, Emily era más tonta que Tania, eso seguro. - ¿Cómo narices os atrevéis a interrumpir justo ahora? ¿No veis que estoy ocupada?

- ¿Con quién? ¿Con tu novio? - se burló Tania. Cecilia, llena de furia, se acercó mucho a ella. Tenía que ponerse de puntillas  mirarla alzando la cabeza, pero aun así ella acojonaba como el diablo.

- Eh tú, puta. Él no es mi novio, ¿te queda claro? Y conmigo no utilices ese tono de chulería. Vuelves a hacerlo y en apenas una hora todo el mundo sabrá que pasas todas las tardes de rodillas frente a Seamus Rohner - la otra puso cara de horror - Sí, ya me has oído. 

- Has cambiado... - dijo Emily en un hilo de voz. Ya era hora de que hablara.

- Si por cambiar te refieres que he pasado de ser una puta a alguien respetable pues sí, he cambiado. Y os aconsejo que vosotras hagáis lo mismo. - Tania y Emily pusieron caras de indignadas. Como si no fuera la primera vez que las llamaban putas... Después se dieron la vuelta y se fueron. Cecilia se giró hacia Niall, más enfadada que antes. - Como habrás visto no estoy de muy buen humor, ¿verdad? - sus palabras eran frías - Asi que o dices algo productivo e inteligente por esa boca - le señaló - o me largo. - Niall bajó la cabeza y se calló. Sabía que la cagaría más, así que mejor así. Ella tomó sus silencio como respuesta. - Vale. - se dio la vuelta, esta vez sin que Niall la parase, pero cuando llevaba a penas tres pasos dados, oyó su voz.

- Hoy te he echado de menos - su voz era suave, y parecía dolido - Ante todo eres mi amiga.


'Ese es el problema. Que solo soy tu amiga'  se dijo a sí misma. Y sin volver la cabeza, siguió caminando. 



Niall se pasó una mano por el pelo y bufó. Mujeres... Afortunado del que las entienda. 
Un día esto y un día lo otro. ¡Iba a volverse loco! Ojalá tuviera por un día un cerebro femenino, así al menos entendería algo. 
¿Qué narices pasaba con Cecilia?
Vio cómo Liam, Bianca y Zayn salían por la puerta y se paraban frente a él.


- Bianca, tú eres una chica - dijo.

- Gracias por darte cuenta - bromeó.

- ¿Qué le pasa a Cecilia? - los tres se miraron entre ellos.

- Tío - habló Zayn - Hasta yo sé lo que le pasa a Cecilia.

- ¿¡Te lo ha contado!?

- No hace falta que me lo cuente para saber lo que ocurre.

- Asi que... ¿Todos vosotros sabéis lo que ocurre? - dijo señalando. Liam, Bianca y Zayn asintieron. En ese momento Harry se unió a ellos. - Buah, me siento como un imbécil, porque yo no sé qué está pasando.

- ¿Cecilia? - preguntó Harry que en cierto momento se había perdido. Liam le afirmó que así era, que trataba de ella. Harry se rió por lo bajo, pues le parecía gracioso que su amigo fuera tan tonto para no darse cuenta de que tanto él como Cecilia se desvivían el uno por el otro. - ¿Sabes qué? Un día Sophie hizo que me tragase una de esas pelis ñoñas de chicas, pero que se aprenden cosas eh. Seguro que con una de esas se te aclara todo.

- Va, pues esta tarde toca sesión nena. - dijo Niall con los brazos en jarras, aunque no le hacía ninguna gracia tener que pasar las horas viendo pasteladas.




Louis y Alex habían decidido quedarse atrás, en el pasillo del edificio, para tener un poco de intimidad. Además, Louis tenía un castigo que cumplir de una hora por lanzar un estuche en medio de clase, y el profesor le pilló.
Ella estaba apoyada en las taquillas, y Louis se inclinaba sobre ella, con un brazo apoyado en el metal.


- Puesto así pareces el típico chico americano pidiendo a una chica ir al baile - rió Alex.

- Bueno, no tenemos baile hasta final de curso, pero mientras tanto puedo invitarte a bailar... - se separó un metro, parándose en medio del pasillo - ...aquí.

- Ni de coña. Yo no bailo ni aunque me obligues.

- Mejor, porque bailo fatal - se acercó de nuevo a Alex con una sonrisa, puso una mano en su mandíbula y besó su nariz.

- Imagina que estuviese constipada y que tuviese la nariz llena de mocos. Entonces ya no me darías esos besos.

- Da igual, son tus mocos. - Alex puso una mueca con la boca, frunciendo el ceño.

- Eso da verdadero asco. - él rió.

- ¿Qué vas a hacer esta tarde? - ella se mordió el labio, cerrando un ojo, mientras pensaba.

- Mmm... No sé, quizás me voy a la playa.

- Yo te podría acompañar, pero entre el castigo y que tengo dentista. 

- ¿Dentista? - soltó una pequeña carcajada - Te estoy imaginando. Seguro que en el dentista te vuelves loco, y los que trabajan ahí te tienen miedo.

- Oye, que la señora Granger me quiere mucho, y me da una piruleta siempre.

- ¿Te das cuenta de que a veces eres como un niño pequeño? - dijo ella sonriendo y revolviéndole el pelo.

- Pero un niño con un gran... - Alex abrió la boca y cerró los ojos.

- Como digas pene o rabo, o nabo, o pito, o mango, o cipote, o carajo te lavo la boca con lejía - Louis rió.

- ¡Iba a decir pie! Menuda novia mas mal pensada que tengo.

- Es la sociedad de hoy en día. Ey oye, que me voy.

- Qué rápido intentas deshacerte de mí...

- Vaya, me has pillado. - se acercó a él y se dieron un beso, no muy tranquilo que digamos, ya que ambos seguramente se dejaron todas sus fuerzas mientras unían sus labios. - Ey, te odio, ¿va? - dijo ella sonriendo cuando se separaron.

- Yo también te odio, para que lo sepas. - contestó con la misma sonrisa mientras Alex empezaba a alejarse. Cuando ya estaba a unos cuatro metros de distancia, Louis cogió aire. - ¡Alexander, te quiero! - gritó. Ella se giró hacia él, mientras andaba marcha atrás.

- ¡Te quiero, Louisa! - devolvió sus despedida.



(...)



Liam fue a llamar al timbre de la casa de Victoria, pero se detuvo, teniendo una idea. Le había enviado un mensaje de que iría a su casa, aunque se había adelantado unos minutos. Bordeó la fachada y fue hasta donde estaría la ventana de ella.
Victoria tenía la costumbre de dejarla abierta, por alguna extraña razón.
Escaló la fachada y entró en el cuarto. No había nadie, pero sabía que Victoria estaba en el baño, ya que este tenía la luz encendida y la puesta entreabierta.
Se acercó a esta y la empujó un poco, sigilosamente. 
Se apoyó en el marco de la puerta mientras el corazón le daba un vuelco.
Victoria estaba enfrente de un gran espejo mirándose. Llevaba solo la ropa interior, que constaba de un sujetador y un culotte a juego  de color blanco con zonas de encaje, sin olvidar el detalle de que acababa de salir de la ducha y tenía el pelo mojado.
Si le dijeran en ese momento que estaba viendo un ángel se lo creería, completamente.


- ¿Quieres provocarme infartos o qué? - Victoria pegó un brinco al oír su voz, llevándose una mano al pecho. Con la otra fue a apoyarse en una pared, pero en el camino tiró al suelo varios botes de cremas que estaban ahí. Afortunadamente ninguno era de cristal.

- ¿¡Y tú quieres que me muera del susto o qué!? - dijo mientras recogía lo que había tirado. Solo oyó la risa de Liam en respuesta, y pasos acercándose. Cuando se puso de pie, él ya estaba enfrente de ella, besándola. Fue un beso con ganas, pero se le hizo corto a ella, ya que Liam se separó.

- Buenas tardes.

- Buenas tardes. - sonrió.

- Y bueno, cuéntame, ¿a qué se debe... - miró hacia abajo comiéndose el cuerpo de la chica con la mirada - ... este atuendo?

- Pues nada, que va a venir un chico a casa y quiero, mmm, excitarle, ya sabes. Asi que mejor que te vayas yendo antes de que llegue - bromeó.

- Me da que ese chico tendrá que esperar.


Rápida y salvajemente, Liam cogió a Victoria, alzándola por los muslos y colocándola sobre el lavabo. Ella gimió por la brusquedad que se ejercía en ese momento. La besó, la besó con muchas ganas. Cada beso aumentaba más el ansia, y sabía que nunca se cansaría de ella. 
En apenas un segundo el sujetador ya estaba fuera. Victoria pensó que no había estado con él ni cinco minutos, pues había salido de la ducha hace tres minutos escasos. 
Liam descendió los besos por la mandíbula de Victoria, pasando por el cuello, explorando la mandíbula, y acabando en sus pechos, mientras ella metía los dedos en el pelo de él, mientras ambos suspiraban en ciertos momentos debido a la temperatura de la situación.
Victoria desplazó sus manos y le quitó la camiseta a Liam, haciendo que él tuviese que separarse. Pero no esperó mucho ya que en cuando estuvo libre, se lanzó a besarla de nuevo.
Victoria volvió a sentir que estaba como en el cielo. Desabrochó el botón del pantalón de Liam, y bajó la cremallera, haciendo que descendiese levemente unos centímetros por sus caderas. Entonces ella con total libertad metió la mano en los calzoncillos de él, acariciando la cosa de la que Liam se sentía tan orgulloso. Este simple roce puso a Liam por la nubes, y tuvo que dejar de besarla para tomar aire.
Victoria iba a continuar su trabajo, pero aró ya que él la elevó un poco, para poderse desprender del culotte.
Cuando este cayó al suelo, Liam besó rápidamente sus labios.


- Abre más las piernas - ordenó con voz ronca. 


En cualquier otro momento, cualquier chica se hubiese sentido ofendida por el comentario, ya que suena a puta total. Pero Victoria lo acogió como si fuese algo lleno de gloria. Asi que obedeció y se abrió para él, dando permiso a que Liam tocase todo lo que le pillaba de camino.
Victoria besaba en cuello de Liam entre gemido y doble gemido, ya que él de adentraba en ella con sus manos, una y otra vez.
Cuando creía que estaba a punto de desvanecerse, Liam paró. Vicotira vio que sin enterarse, él se había desecho de los zapatos, los pantalones y la ropa interior, a´si como si nada.
Y casi sin enterarse, del mismo modo, Liam se alojó en ella sin ser muy gentil que digamos.
El ritmo aumentó, sacudidas fuertes que contrastaban con una o dos lentas. Más de una vez Victoria tuvo que agarrarse a la espalda de Liam por miedo a caerse, debido al placer. También, de forma involuntaria, dejó algún arañazo que perduraría ahí durante unos días.
Ambos llegaron a la cumbre del orgasmo casi al mismo tiempo, soltando varios gemidos.
Victoria pensó que ya se había acabado, pero para su sorpresa, Liam la alzó, sin salir de ella, y la llevó hasta la cama, en la cual la tumbó y empezó a repetir el proceso.
Ella se preguntó que cómo narices le seguían quedando fuerzas, pero era fácil la respuesta: Liam temía que aquello que tenían, aunque fuese solo sexo por ahora, se acabase pronto, por lo que quería aprovechar lo máximo junto a ella, además que el pobre estaba cachondo perdido y necesitaba más mandanga.
Al igual que antes, los dos llegaron al punto del éxtasis a la vez, tras minutos de embestidas suaves y fuertes, y más que algún "Ay la hostia" que dejó escapar Victoria por su boca.
Cuando se desplomaron en la cama, ella estaba como si le hubiesen pegado una paliza. No porque le doliese el cuerpo, sino porque se sentía super cansada de golpe, por lo que no dudó en encerrarse entre los brazos de Liam y quedarse dormida, con la cabeza sobre su pecho.


Se despertó veinte minutos después, ya que notaba que algo recorría su brazo. Por un momento se cagó en todo lo cagable pensando que había hormigas en su casa y que le estaban subiendo por el brazo, pero no era así. Cuando abrió los ojos, se encontró con que estaba tapada por la sábana, y que Liam estaba inclinado hacia ella, con los boxers puestos, y dibujándole algo en el brazo con un rotulador negro.


- Divertido, ¿eh? - dijo ella admirando lo que parecía ser el tallo de una planta, que subía por su brazo hasta acabar en una rosa. Sonrió de inmediato.

- Más que divertido era tentador. Te veía tan clara de piel que necesitaba hacerlo - confesó Liam perfilando un pétalo. 

- ¿Has estado todo el rato despierto?

- Sí. - ella se sorprendió.

- ¿Pero... cómo puedes aguantar despierto después de.. tanto...? - él rió.

- Tengo muchas reservas, además, me gusta verte dormir. - Victoria se ruborizó al oír aquello. - ¿Sabes que cuando duermes empiezas a suspirar haciendo un ruido parecido al de un gato?

- ¿No jodas? - él asintió mientras daba los últimos retoques al dibujo - Soy un puto felino.

- A mí me parece adorable. Es como... Mrrrrrf, mrrrrf... - intentó imitar, sacando una sincera sonrisa en Victoria. - Ala, ya está. - ella se minó el brazo. Desde el dedo anular, el tallo con espinas crecía, serpenteando por el lado exterior del brazo, hasta el hombro en el cual desembocaba la rosa. Era precioso.

- Me encanta. - sonrió y se acercó a Liam, dándole un beso corto en los labios - Me toca, dame el rotulador, anda. - ella lo cogió mientras Liam se tumbaba en la cama. Se colocó en su regazo. - Cierra los ojos.

- ¿Es necesario?

- Para que haya más emoción - él al final acabó cediendo, y se dejó pintar, con los ojos cerrados. Victoria empezó a hacer formas, con una sonrisa maliciosa, en el abdomen de él, haciendo un dibujo que se extendía por todo el torso. - Ya - dijo con una risa camuflada en la voz. Liam miró hacia abajo y alzó una ceja.

- ¿Un pene? ¿Enserio me has dibujado un pene? - ella soltó una carcajada.

- Tenía que hacerlo, era muy tentador.

- Señorita McArthur, ¿qué voy a hacer contigo? - preguntó mientras cambiaba el centro de su eso a los codos.

- Bueno, quizás esto te de una idea de lo que puedes hacer... - comentó colando su manos por los boxers de él, dispuesta a empezar el tercer asalto de la tarde.



(...)



Niall dio otro mordisco a su sandwich mixto y se tapó un poco mas con la manta. Frunció el ceño y volvió a clavar sus ojos en el televisor.

- ¿Estás viendo una película de chicas? - Niall alzó la mirada y vio a su hermano, Greg, asomado por la puerta del salón.

- Si, ¿pasa algo? - contestó un poco mosqueado. 

- Nada, nada - rió - pero me preguntaba si después de ver la película te vas a poner un vestido o algo así.

- ¿Pero tú eres tonto o qué? - paró la peli porque su hermano no le dejaba escuchar - Encima no me entero de lo que dicen...

- Ya veo, que estás muy concentrado... - soltó una carcajada.

- ¡Vete! - Greg volvió a reírse una ultima vez y se fue, dejando a Niall solo con sus películas.


Había buscado en internet películas de estas de amor, y leyendo descripciones eligió dos que mas o menos le animaron mas. La primera que se puso fue la de "One Day", y después la de "Quiéreme si te atreves".
Y si no hubiese sido por la comida que le rodeaba, se hubiese quedado dormido.
El era mas de cosas de acción, o de comedia, pero nunca le gustaron las historias de chico, chica y unas cuantas lágrimas.
Treinta y tres minutos y veinticinco segundos después de la visita de su hermano, la segunda película finalizó, dejando a Niall más confuso que antes.


- Pero haber, ¿que clase de finales son estos? - empezó a comentar la película - Es que claro, era obvio que se querían desde el principio. Pero tardaron tanto en decírselo... Y así acabaron. ¿Tan difícil era para ellos decirle el uno al otro el "te quiero" desde el primer momento? Menudos imbéciles... No sé qué esperaba Harry que aprendiese con estas películas, pero yo me he quedado igual que antes...

- ¿Y ahora también hablas solo? Empiezas a preocuparme eh...

- ¡Greg, vete a la mierda! - le soltó antes de que su hermano se diese la vuelta riéndose.


(...)


Harry estaba con Grace en el salón, cuando Alex se acercó.


- Me voy a la playa a dar un paseo, que ya que hace mas o menos calor pues aprovecho. - Harry la miró. Llevaba unos pantalones pillo con estampado militar, un jersey negro holgado y unas Vans, y se pregunto si no le resultaría incómodo tener que llevar en la mano las zapatillas una vez que esté en la arena.

- ¿Y vas tú sola? - preguntó su tía, pero en ese momento el chico notó cómo ella le daba un discreto codazo, que hizo que la mirase interrogante.

- Sí, supongo que volveré en unas dos horas, o tres.

- Vale - Alex hizo amago de irse.

- ¿Por qué me has dado un codazo? - susurró Harry.

- Para que te dieses cuenta y la acompañases. - contestó en el mismo tono.

- Pero ella no va a querer...

- Eso da igual, es la situación perfecta.

- Pero...

- ¡Alex! - la llamó su tía. Alex apareció ahí, al parecer ser a punto de salir de la casa, ya que tenia las llaves en la mano. - Harry quiere acompañarte.

- No. - respondió rápidamente - No, de verdad, no hace falta. - intentó librarse.

- Que sí, que él insiste. ¿A que sí, Harry? - él miró a Grace y después a Alex, que parecía ligeramente enfadada. 

- Em... - empezó a balbucear - Subiré a calzarme... - se levantó rápidamente y subió las escaleras, bajo la mirada acusadora de Alex.

- Eres peor que una niña pequeña, lo sabes, ¿no? - le dijo a su tía.

- Ya me lo agradecerás dentro de poco - contestó satisfecha, callándose después.


Alex se quedó apoyada en la pared hasta que Harry bajó las escaleras atropelladamente. Se había calzado, como djo, y también se había echado el pelo un poco hacia atrás. Estaba guapo, como siempre. Pero aun así, a Alex no le hacía gracia que la acompañase.
Salieron de casa y empezaron a ir hacia la playa, sin compartir palabra alguna.
Por un lado ella estaba mosqueada, y por el otro él se sentía inseguro. No sabía qué decir. Sabía que ella estaba incómoda por su presencia, y eso le limitaba un poco.

Llegaron a la entrada de la playa, y ambos se quitaron las zapatillas. Rápidamente Alex se lanzó a correr por la arena, hasta llegar a la orilla y sumergir los pies. Abrió los brazos y cerró los ojos, bañándose levemente por el sol. En ese momento se olvidó de todo, hasta de Harry, quien la miraba a unos metros de distancia, con los brazos cruzados.
Le encantaría unirse a ella, pero sabía que le fastidiaría que se colase en ese momento, por lo que se mantuvo a distancia. 
Tras unos pocos minutos, Alex se dio la vuelta y miró a Harry.


- ¿Te vas a quedar ahí todo el día? Ven aquí, anda - no sabía de dónde había sacado el espíritu para decirle eso, pero simplemente le había salido solo. Harry, dubitativo, se acercó a ella, parándose a su lado. No dijo nada, solo la miró - Estás como tenso, ni que mordiese. - Harry rió por lo bajo.

- Pero tienes un mal humor que acojona. - ella bufó. 

- ¿Quieres relajarte de una vez? Ya después en casa si quieres nos decimos de todo. - él la miró alzando una ceja. - Mira, cierra los ojos y respira. - no se decidió al principio, pero acabó obedeciendo. Ella le observó mientras él  quitaba la tensión del cuerpo. Llevaba unos pantalones negros ajustados y una camiseta blanca. De repente se dio cuenta de se había quedado más tiempo del adecuado mirándole. Salió de su trance y miró al agua. Se agachó rápidamente, cogió un poco con las manos y se levantó cuando antes, echándosela en la cara a Harry. Este abrió los ojos.

- Menuda traidora. - ella empezó a reír, lista para escapar ya que esperaba que Harry se vengase también mojándola, pero simplemente la miró chasqueando la lengua. - ¿Te apetece un algodón de azúcar? - Alex se quedó extrañada, pero acabó asintiendo enérgicamente. Caminaron alejándose de la orilla hasta un puesto en el paseo marítimo, en el cual había un puesto de comida. Compraron un algodón para los dos y se sentaron en un banco, empezando a comerlo.

- ¡Ey! - se quejó ella pero con una sonrisa - ¡No cojas tanto!

- ¡Pero si eres tú! - efectivamente, en ese momento Alex cogió un trozo más grande de lo normal y se llevó una parte a la boca, dejando una cola de algodón de azúcar que colgaba por su boca. Harry, de forma atrevida, agarró esa porción que tendía y se la llevó a los labios, teniendo de esta forma, que acercarse demasiado hacia Alex. Ambos se miraron, con un trozo de algodón de azúcar en la boca cada uno. Era una imagen como la de "La Dama y el Vagabundo" solo que no era un espagueti. 


La perdición de Alex, los ojos verdes de Harry.
La de Harry, los verde ocre de ella.
Demasiado tiempo pasó, demasiado sabiendo que ella era una chica con novio, pero había cosas que no se podían evitar, y una de ellas era la indudable atracción que sentía Alex por él. 
Y eso no era bueno, nada bueno.

La joven hizo que el trozo se partiese en dos, comiéndoselo y apartando la mirada.


- Deberíamos... Volver a casa. - dijo levantándose.

- Eh... Sí, claro, vamos... - apoyó Harry, aunque le entristeció que ella quisiese irse ya, y más después de ese momento que habían compartido.


Ella comenzó a andar, y Harry tuvo que correr apenas unos segundos para alcanzarla. De vuelta al hogar no compartieron palabra alguna, pues al menos Alex estaba más ocupada pensando en las dudas que le habían surgido de repente en la cabeza.



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UUUUUUF AL FIIIIN! Ay por Atenea, lo que he tardado en editar este capítulo
pero ya lo he subidooo!
Bueno, no me puedo enredar mucho, ya que no tengo mucho tiempo
A ver, cosas que tengo que deciros mmm...
El domingo haré twitcam a las seis de la tarde, hora española, ¿okeeeys? Si alguien se pregunta que cómo se ve una twitcam pues yo os digo lo que sé, que a traves de twitter os meteis en mi perfil y pillais el enlace y yaa
Ya sé que no viene a cuento, pero empecé el colegio el miércoles, y pro ahora todo genial, estoy muy feliz.
Y ya estáaa, miles de besooooos:)

6 comentarios:

  1. OH GOD!!!
    Increible... Simplemente increible... ME ENCANTAAAA! En este capitulo no pasan muchas cosas pero aun asi esta perfecto.
    Tienes q juntarme a niall y a cels yaaaa!! Me oyes YAAAA! Y a alex y harry lo mismo te digo... A liam y vics dejales d rollos sexuales y hazlos parejaaa!! Te lo exijoooo!puajajajajaa.... Luego louis y bianca tambien tienen q acabar juntos.
    Ooh lo del dentista... la señora Granger.... Harry Potter!!!! Jajaajja a mi tambien me encanta harry potter (;
    Siento no haber comentado en los anteriores caps... No me dio tiempo... =S
    Besooos
    Elena xx

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    1. jjajjajajjaja graciaaaas:)
      queda aun un poquito pra juntar a cecilia y a niall
      mmmm Louisy bianca... pero bianca tambien pega con harry, no?
      esque estaba pensando en apellidos y dije: pues ya está, hermione
      jajajjajja
      un besoo:)

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  2. Asdfghjkl jope Lidia *voz de Boris Izaguirre* ME ENCANTA. En serio, el fic es geniall, subre pronto plis. ^^
    PD: La verdad es que Bianca y Harry me pegan, aunque sea un pelin. :p
    Un besooo. c:
    -Superman. Xx

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  3. Lidia asdfghjklñ ♥.♥ me encanta!!! Me avisas cuando subas nuevo capítulo a mi Twitter, please @Mhartta

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  4. Super chulo, momentazo de Liam y Vics. Momentazo de Harry y Alex y retiro lo de q Cecilia se parecia a Megan, Alex es su hermana gemela, las dos coladas por Harry, las dos quieren sacárselo de la cabeza y las dos son bordes con el.

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  5. El '- Bianca, tú eres una chica - Gracias por darte cuenta' me ha recordado al '- Ey Hermione, tú eres chica - Muy agudo, Ronald' del Cáliz de Fuego jajaja
    Siento comentar tan avanzada la novela, el caso es que tienes nueva lectora :)

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