jueves, 12 de diciembre de 2013

42. Shake off the weight of the world from your shoulders.

Liam alzó la mirada al oír su nombre, y gestos de confusión le inundaron. ¿Victoria? ¿Ahí?
¿No estaba castigada?
Y lo más raro es que sonreía, como nunca. Pocas veces la había visto así, y podía asegurar que era más que sincera. La vio andar hacia él, con tal armonía que parecía que en cualquier momento saldría corriendo hacia sus brazos. Los ojos no se despegaban de ella, básicamente porque no podían.
Y ese maldito vestido... Plateado... De palabra de honor... Tan ajustado...
Cortaría el habla a cualquiera, sería una tentación para cualquier santo.
Y de repente, en medio de esta conexión, de esta única mirada, algo pasó, sea lo que sea, pero Victoria dejó de andar y se quedó quita, mientras su sonrisa se iba apagando y las lágrimas floreciendo.
¿Qué ocurría?
Y tras unos segundos más, ella se dio la vuelta y se adentró en las fauces de la casa, solo que tenía como meta la salida.
Liam se quedó más rayado que nunca. ¿Había venido y se había ido? ¿Llorando?
Le preocupaba, claro que lo hacía, pero en cierto modo una parte de él sabía cómo era ella, y que aquello podría ser perfectamente un juego o algo así.
Ella nunca se cansaba de comportarse de tal manera. Y Liam ya estaba harto.
Aunque otra parte de él le medio obligaba a seguirla y pararla, preguntarle qué pasaba.
Pero como no quería quedar como un idiota, o al menos no incrementar la cantidad de estupideces hechas que llevaba, se dio la vuelta y tomó un gran sorbo de su bebida.
Iba a seguir en la casa, aunque las ganas de fiesta se le habían esfumado por completo.


(...)



Harry se había integrado en el manto de gente, mecido por la música que retumbaba en el lugar. La veía, claro que lo hacía. La veía desde hace 10 minutos, cuando se había acercado. Pero ella, no se había girado hacia él en ningún momento, no porque le ignorase, sino porque no se había dado cuenta de su presencia. En cierto modo, Harry estaba acobardado. 
¿Se acerca así como quien no quiere la cosa?
¿Se pega a ella?
Harry bufó silenciosamente. 
Ninguna chica le había dado tantos comederos de cabeza como ella. Esto no era ni medio normal.
Ya estaba harto de hacer el gilipollas, de comportarse como un niño pequeño.
Buscó una cara bonita, cerca de Alex y decidió atacar.

Alex, bailando con ritmo junto a ciertas compañeras de su curso, notó una presión en la espalda. En un principio no se preocupó, pues en una fiesta de ese tipo el contacto con gente debido a la falta de espacio era más que corriente. 
Se hubiese mantenido así si no hubiera sido porque cada vez notaba más esa molesta presión.
Se fue a girar para pedir un poco de cuidado, pero se sorprendió al ver que era Harry. Lo que más le asombró fue el extraño sentimiento de rabia que le surgió cuando descubrió a una morena bajita de demasiadas curvas en proporción con su corto vestido que bailaba entre las piernas del chico, sujetándose en su cuello y juntando más cuerpo de lo que estaba permitido. Ocultó el complejo de asesina que le nació en el instante con una simple mueca de indiferencia, consciente de que él la estaba observando. Decidió imitar la estrategia de él, y agarró al primer chico que tenía cerca, y se le pegó, juntando más aún su espalda a la de Harry.,

Este se iba a volver loco. Su objetivo era ponerla celosa, que había sido mas que satisfactorio. ¡Pero no que se agarrara a un lameculos cualquiera! No era lista la chica ni nada... Harry sentía como Alex le miraba por el rabillo del ojo, a la vez que se contoneaba con el soplapollas aquel que parecía que quería bajar las manos de lo permitido.
Él suspiró. "Hasta aquí hemos llegado" se dijo. No aguantaría ni un segundo más viendo como el tipo ese se tomaba sus ventajas de lo que era suyo... Bueno, de Alex.
Asi que se giró, dándole igual si la chica morena quedaba desatendida, y agarró a Alex de la cintura, apartándola del lugar y alejándola unos dos metros, pero sin salir de la masa. 

Alex se sorprendió del tirón que le dio, pero tampoco se zafó, pues una parte de ella esperaba que Harry hiciera algo, fuese lo que fuese.
No se giró, pero inclinó un poco la cabeza de forma que veía los ojos de Harry, esas dos esferas esmeralda que la llevaban cautivando tanto tiempo.
Era obvio que Harry le atraía. Era obvio que había sido así desde hace tiempo. 
Un destello de tristeza se le pasó por la mente a Alex. 
Podría haber avanzado con Harry hace tiempo, aunque él era a veces un soberano gilipollas. Y también estaba Louis...
No debió haber salido con él sabiendo que Harry no le era indiferente.
A ver, no es que se arrepintiese, porque ella había sido feliz con Louis en muchos momentos, pero no sé, debió hacer las cosas mejor. 
De tal modo, que, sin saber si era efecto del alcohol de las copas que se había tomado o por simple calentón, se juntó más a él si era posible, apoyó la cabeza en su pecho, elevó un brazo pasándolo por su cuello y cerró los ojos, mientras se mecía duramente contra él al ritmo de "Let It Go" de Def Leppard.
Harry no se quedó atrás, y pasó las manos por la cintura de Alex, ejerciendo presión contra su cuerpo.
Quería sentirla lo más cerca que las prendas le permitían. Y así era, pues la chica en ese momento notaba en su espalda cada músculo y cada hueso que se escondía bajo la camisa de Harry, así como su ritmo cardíaco.
Ninguno de los dos quería poner demasiados límites esa noche, o al menos no Harry.
Él, despegó una mano de su cuerpo y con ella apartó el pelo que le cubría el cuello a Alex. Una vez desnudo, se acercó y depositó un rastro de besos en él.
Alex gimió fuerte, y por una parte le parecía ridículo. Se supone que solo eran unos breves besos en el cuello, ¿no? Y no es que ella fuera una chica de piel altamente sensible, pero algo tenía Harry que iba provocando escalofríos allá por donde pasaba. 
Volvió a colocar la mano en la cintura, pero la otra la deslizó hacia abajo, quedándose en el limbo de piel que estaba entre la camiseta rara de Alex y sus pantalones, elaborando una tortura de movimientos.
Cuando parecía que iba a descender, de repente se alejaba de todo contacto con prenda, y así más veces, haciendo que Alex suspirase de ansia. 
La chica, un tanto irritada por el tira y afloja de él, colocó una mano en la zona íntima de Harry, y el chico tuvo que encorvarse un poco del sobresalto. Pero rápidamente se repuso, y empujó a Alex hacia él, permitiendo que tocase lo que tuviese que tocar y que agarrase lo que tuviese que agarrar.
Así, Alex decidió desabrochar el botón y bajar la cremallera de la ropa de él, a la vez que se movía, restregándose de una forma provocativa con su cuerpo. Les daba igual si alguien les veía, cosas peores se habían llegado a ver en situaciones parecidas.
Al tiempo al que ella alojaba la mano en los calzoncillos de Harry, él lo hacía en sus finas bragas. Alex sintió que las piernas le temblaban cuando notó que los dedos de Harry se introducían sin pudor dentro de ella, y tuvo miedo de derrumbarse en ese momento de la sensación. Pero reunió las fuerzas necesarias no solo para mantenerse en pie, sino para deslizar la mano de arriba a abajo por la longitud de Harry.
Él ahogaba sus jadeos en el cuello de ella. Iban al compás; mientras él metía, ella subía, y si él sacaba, ella bajaba. Hacía tiempo que habían dejado de responder al ritmo de la música, y que habían marcado un nuevo ritmo. 
Cuando Harry sintió que ya no podía más, que acabaría explotando de un solo roce adicional, paró a Alex y la giró, poniéndola enfrente de él, mientras le sujetaba los hombros.
Ambos se miraron fijamente. Ya no había tiempo entre ellos, ni nada. Solo... quietos, observándose.
Pero en la cabeza de Alex varias preguntas se formaban.
¿Qué acababa de ocurrir?
¿Cómo es posible?
¿Por qué no ha frenado?
¿Cómo es que habían acabado tocándose de todo el uno al otro?
Pero una cosa tenía clara, y es que todo lo les rodeaba en ese momento sobraba.


- Ya no quiero seguir aquí - dijo Alex en una voz tan fina que casi ni la reconoció. Harry la miró con ojos atentos, mientras asentía.

- Iré a por tu abrigo. Espérame en la entrada. - Alex se mordió el labio escuchándole. Se miraron un segundo más, hasta que él se dio la vuelta y desapareció del lugar. Alex se llevó las manos a la cara, suspirando. Cuando salió de casa no tenía planeado que esto saliera así. Se toc´los bolsillos para comprobar que su móvil seguía ahí, y así fue, ero descubrió también que tenía el de Cecilia. Se lo podría dar a ella, pero sabía que estaba con Niall, y perdidos por ahí, asi que sería un error intentar dárselo en persona a ella. Recorrió la sala con la mirada hasta que dio con Liam, sentado en un sofá mirando a la nada, con un vaso rojo en sus manos. Se acercó a él. 

- Liam.

- ¿Sí? - el chico alzó la cabeza y después dio un trago.

- Necesito que si guardes el móvil de Cecilia. - Se lo entregó en la mano y él frunció el ceño.

- ¿No lo guardabas tú? 

- Es que... Me voy ya. - Liam no hizo preguntas.

- Ah, vale. - Entonces, le vinieron a Alex los recuerdos de los mensajes que se había enviado con su prima.

- Oye, ¿por casualidad no habrás...?

- Sí, la he visto. - ella arrugó la frente.

- ¿Y?

- Ha estado un segundo y se ha ido. ¿Sabes? - Alex chascó la lengua. Le miró con cierta pena, y aunque lo que le iba a decir ahora no era algo directo, sabía que lo entendería.

- Liam, a veces para avanzar hay que hacer sacrificios. - Liam se quedó en silencio, agachando la cabeza. - Bueno, yo me voy yendo. - se acercó a él y le dio un beso en la mejilla. Llegó a la entrada justo a la vez que Harry.


- ¿Preparada? - ella asintió con timidez.



(...)



Victoria abrió la puerta de su casa con las llaves. No había dejado de llorar en lo que llevaba de camino. Simplemente no podía parar.
¿Cómo podía ser tan rastrero, tan mal nacido?
Mucho te quiero, mucho sé que acabaremos juntos para que luego no tarde en tirarse a otra.
Y es que no es otra, es la "otra".
La Emily esa... Que seguro que es puta y en su casa lo saben.
Menuda imbécil. Aunque para imbécil Liam.
No quería saber nada de él, en ese momento se quería morir, quería desaparecer. ¿Cómo pudo ser tan ilusa? 
¿Cómo pudo pensar que sus palabras iban en serio?
Victoria lo sabía. Sabía que esto pasaría. Que sufriría. Que acabaría mal.
¿Y todo por qué? Por no hacer caso a su cabeza. Por enamorarse de un idiota.
Uggh, enamorarse...
Ese verbo sonaba tan mal en ese momento como cuando un profesor en una clase dice "penetrar".
Era como mil cuchillos clavándose en su cabeza. Victoria sentía que estaba a punto de estallar de cómo le iba el corazón en ese momento, del dolor que sentía por dentro. 
"¿Causa de la muerte? Que se enamoró de Liam Payne."
Joder, otra vez el maldito verbo. En todas partes, hasta en cómo sería la explicación de una repentina muerte en ese momento.
Se pasó una mano por la cara, limpiándose un poco, cuando una voz la detuvo.


- Victoria Elise McArthur. - ella palideció, mientras veía a su madre delante de ella, de brazos cruzados, con su padre detrás, ambos muy enfadados. No podía ser. Era imposible que estuvieran aquí. La cena se supone que terminaría mas tarde de las doce, y Victoria nos e había demorado mucho.

- ¿Qu-qué hacéis aquí? 

- A tu padre le ha sentado mal la comida. - "Me cago en la puta de oros..." pensó Victoria, mientras se mordía el labio. - Pero la pregunta es, ¿por qué no estabas tú aquí?

- Eh...

- Estabas castigada, y lo sabías. - dijo su padre con seriedad.

- ¿Eres consciente de lo que has hecho, Victoria Elise? - Coñete, su madre llamándola por su nombre entero era peor de lo que nunca había pensado. - ¿Qué te está pasando? Primero lo del chico de tu clase, ahora esto. ¿Sabes en el lío en el que te acabas de meter? - Victoria ya quiso tirar la toalla. Se llevó las manos a la cara y empezó a llorar desconsoladamente. Sus padres en parte se sorprendieron. Victoria no lloraba. Nunca. Pero aun así seguían enojados con ella.

- No lo entendéis - habló con voz más alta de lo normal, moviéndose de izquierda a derecha - Tenía que recuperarle, tenía que decirle... - sollozó - ¡Pero no pude! Ya no me quiere, no aproveché cuando pude. Le hice daño y... - se tapó la boca. Lloraba de una forma que no era normal, estaba soltándolo todo con sus lágrimas, y estaba a punto de gritar de rabia, menos mal que la mano ahogaba su voz. Se movió a paso rápido hacia las escaleras, dejando desconcertados a sus padres quien nunca la habían visto así - Y ahora él me ha hecho daño... - se dio la vuelta y se volvió a tapar la cara con las manos.

- ¿T-Tú chico? - preguntó Martha con cierto temor.

- ¡No es mi chico! - Victoria se giró, y pudieron comprobar así los ríos negros de pintura que bajaban por sus mejillas. - Nunca lo fue... Dijo que lo era para estar más cerca mío, para ver si... - otro sollozo - Pero le dije que no, y quedamos en una relación sin sentimientos, pero al final... Él se hartó. La segunda que le hago daño. Ya le conocía, ¿sabéis? En una fiesta... Pero me olvidé de él... Y Liam... - de nuevo necesitó bloquear su boca - Lo siento... - susurró entre sus dedos con las lágrimas ya cayendo como si fuese costumbre. 


Subió a su cuarto a toda prisa y se encerró ahí. Tiempo no le faltó para quitarse toda la ropa, apartarse lo más posible de aquella noche. Sabía que sus padres se habían quedado abajo hablando. Levantó la almohada y cogió la camiseta de Liam con cuidado. La olió y después, volviendo a llorar fuerte, la abrazó. Tras eso, se la puso. Sabía que aquello era lo peor, lo más incorrecto. Pero era lo único que le quedaba. 
Cogió su iPod y se tumbó en la cama, empezando a crear una lista de reproducción llamada "Llorona gilipollas" la cual incluía canciones como "With eyes to hear and eyes to see" y "Roger Rabbit" de Sleeping With Sirens, "Skinny love" de Birdy, "Towers" de Little Mix, "Give me love" de su gran amigo Ed Sheeran, "Burn" de Taylor Momsen, "Stay" de Miley, "Boston" de Augustana, etc.
Definitivamente esa lista estaba hecha para llorar, que era lo que necesitaba.

Iba por la tercera canción, "Bound to you" de Christina Aguilera, cuando la puerta de su cuarto de abrió, y entró su madre con paso leve. Se acercó a su cama y se sentó en ella, apoyando la espalda en el respaldo y estirando todas las piernas. 
Victoria volvió a llorar con más ímpetu y colocó la cabeza sobre los muslos de su madre, abrazándose a ella. 


- Sé como te mira - habló Martha acariciándole el pelo. - Sé que te quiere.

- Pero... - sollozó - ... se acostó con otra. - la mujer se mordió el labio y frunció el ceño. Se quedó unos segundos en silencio, solo oyendo como su hija lloraba.

- Victoria... Liam fue el que pegó a...

- Sí... - contestó moqueando y frotándose los ojos - Me insultó, varias veces. Y Liam... no lo permitió - decir su nombre solamente abrió la herida, profundamente. Martha suspiró.

- Te quiere. - acarició con más suavidad el pelo - Lo sé.



(...)



Ni por asomo Bianca se esperaba que Louis la fuese a besar. Es cierto que durante la noche, le había soltado unas indirectas las cuales no sabía cómo tomar, pero nunca pensó que Louis daría ese salto. 
¿Louis?
¿El sensato, honesto y humilde?
Bueno, y lo que también la dejó super confundida fue la frase de "quiero ser malo contigo". Vamos, que solo le faltaba sacar la fusta para convertirse en un personaje de las novelas de Sylvia Day.
Asi que ahí estaba, saboreando todo lo que le ofrecía la boca de Louis mientras él la presionaba más contra la puerta. Definitivamente le encantaba el Louis borracho.
Pero...
Pero nada.
Casi ni podía pensar con toda la temperatura ascendente de la situación. 
Las manos de Louis bajaron hasta los muslos de ella, obligando a que enrollase las piernas en su cintura. Louis cambió los papeles y ahora era él el empotrado contra la puerta, sujetando a Bianca. Empezó a descender poco a poco, de forma que acabó sentado en el suelo con la chica en su regazo.
El ritmo aceleró, y Bianca colocó sus manos en el cabello de Louis, tirando brevemente de él, algo que parecía que le gustaba, porque ciertas veces que lo hacía, Louis suspiraba en su boca o le daba pequeños mordiscos en sus labios. 
"Joder..." era la palabra que se pasó por la mente de Bianca.
Y es que Louis... Era mucho Louis...
Pero también había que reconocer que Bianca llevaba una temporada (aunque pequeña) de sequía, y las cosas de ese estilo después se acogían con más ganas.
Las manos de Louis llegaron hasta el borde de la blusa de Bianca y fueron levantándola con delicadeza, a la vez que rozaban su piel.
Se desprendió de la prenda, y rápidamente sus manos empezaron a conocer toda piel que se le presentase delante.
Bianca jadeó, formándosele en la cabeza ideas de lo que ocurriría en breves, pero una sensación, una extraña sensación, le dejó más estado, y se separó inmediatamente.


- ¿Qué pasa? - preguntó él.

- Louis.... - Bianca se echó un poco hacia atrás, cogió su ropa, y se la colocó - Esto no está bien, y lo sabes. - le miró relajando las facciones de la cara.

- ¿Pero por qué? A ver, solo nos estamos divirtiendo.

- Estás mal, por lo de Alex, Harry, y tal. No es una buena semana, y lo sabes... 

- No es así...

- Louis... - Bianca alzó una ceja. Louis la miró atentamente, y se quedó en silencio, pensando. Finalmente, tras un minuto o dos de impaciencia por parte de Bianca, suspiró y se tapó la cara con las manos.

- Lo siento, lo siento... 

- Ey - le apartó las manos. - Tú lo has dicho antes, para divertirse. Y aunque esa no fuese la razón, nos hemos divertido un poco, ¿no? - Louis asintió, sonriendo pícaramente - Pues ala, lo dejamos pasar, y amigos como antes. Además, estamos borrachos y necesitábamos desahogarnos un poco. 

- Buf... - Louis volvió a suspirar - Eres como un ángel, ¿lo sabías? - ella se ruborizó, pero a la vez le entró una pequeña risa imaginándose con alas, regordeta, muy bajita, y con un arco de flechas dorado. No sabía a que venía lo del arco, si eso es solo Cupido, pero así fue la imagen que surgió. - Oye... - Louis bajó la cabeza en un momento. A todo esto, Bianca seguía sobre su regazo - ¿Es obligatorio volver ahí fuera? 

- ¿Con todos los alcohólicos fuera y con Zayn queriendo matarte? - él sonrió - Mejor que te quedes aquí.

- Y tú conmigo, supongo, ¿no?

- Depende. ¿Me das dos minutos para ir a por una botella de lo que sea? - se le iluminaron los ojos.

- Acepto. - Bianca se levantó, sonriendo, y le tendió una mano a Louis para hacer lo mismo. Tras una mirada cómplice por parte de ambos, ella salió del cuarto, volviendo a la realidad, y cerró la puerta. Atravesó los pasillos largos de aquella casa, pensando en el extraño momento que acababa de vivir. ¡Acababa de besar a Louis, el supuesto amor de su vida! Pero sabía que él lo había hecho por despecho, y por eso fue lo mejor cortar. Y ya si, en un futuro, Louis cambia de parecer, se podría replantear todo. Pero mientras tanto... Se metió finalmente en la cocina, y se fijó en la encimera llena de botellas, casi todas vacías o con poca cantidad ya, aunque aún quedaban unas cuantas llenas. Agarró una botella de Eristoff Gold a la cual le quedaba la mitad, y se planteó coger vasos.

- ... Sí, y la tía esa se ha creido lo de Emily y Liam. Ha salido llorando... - oyó Bianca de casualidad de una voz cercana. ¿Liam y Emily? ¿Y quién había salido llorando? Se planteó que fuese Victoria, pero sabía que estaba castigada, y que si hubiese venido la hubiese visto al menos un rato o algo así. Asi que descartó al idea y pensó que sería una admiradora y ya está. Se olvidó del tema y decidió que beberían a morro, total, lo que no hayan compartido ya...  Rehizo el camino hasta la puerta en la que se habían alojado, y llamó a la puerta, la cual fue abierta en cero coma.
 Louis la miró, y después a la botella, haciendo que sonriera. 

- Pase usted.

- Gracias. - dijo con cierto toque divertido. Se cerró la puerta de nuevo, y ambos se apoyaron en la pared, escurriéndose hasta el suelo mientras Louis daba un trago. 

- ¿Sabes qué? Me está gustando esta fiesta pero sin gustarme - le pasó la botella.

- Ah, lógico, ya sabes, lo de que te guste algo sin gustarte. 

- Oye tú, no te rías de mí - Bianca alzó las manos (Eristoff incluido) como mostrando inocencia. Él sonrió de lado, y después de quedaron unos segundos en silencio, mientras él bebía. - Bianca.

- Louis. - otro silencio de unos diez segundos.

- ¿A qué crees que sabe mi pis?  una carcajada se escapó de la boca de la pelirroja.

- Mmmm supongo que a residuos de los riñones y tal. Espera, de los riñones, ¿verdad?

- Supongo. No es que la biología sea mi especialidad, ¿sabes?

- ¿Y cuál es?

- Diría que rascarme las pelotas - una risa por lo bajo - pero es que ni si quiera eso lo hago bien.  Una vez me hice sangre, rascando fuerte. 

- ¡Oh dios! - se tapó la boca con la mano, aunque después la liberó para beber - No creo... No, no... ¿Cómo puedes hacerte sangre... ahí?

- ¿A tí nunca te ha pasado?

- Pues mira, es que no tengo miembro viril, así como dato.

- Oh mierda, es verdad. ¿Ves? La biología no es lo mío - Bianca rió. - ¿Y sabes qué? Quiero hacerme un tatuaje.

- ¿Otro más? - preguntó ella, pues sabía que Louis tenía varios repartidos por el cuerpo.

- Sí. - contestó decidido. - ¿Sabes la mariposa que tiene Harry en la tripa, un poco más alto?

- No te tatúes una mariposa. - dijo con horror.

- ¡No! - bebió, mientras Bianca suspiraba - Quiero hacerme una cochinilla, de estas que se encogen y se estiran, y se encogen y se hacen bola. - Bianca rió.

- ¿Enserio? 

- Sí, mañana me lo hago. Jurao.

- Va, va. - ni por asomo le creía, pero era gracioso verle. -

- ¡Oye! Enseñame tu tatuaje de Harry Potter, el del costado. - Bianca se mordió el labio.

- No.

- ¿Por qué?

- Porque se me puede ver algo. - se sonrojó.

- Ay ángel - ya estamos de nuevo con el angelito este. Además, a Bianca le recordó totalmente a Patch, su personaje ficticio favorito, que la palabra que más decía en toda la saga de Hush Hush era "ángel" - Te aseguro que no hay zona que no quieras enseñar que no haya tocado. - Bianca rodó los ojos. Menudo pesado era el lerdo este, además sonreía. Pues nada... Al final acabó subiéndose la prenda hasta donde empezaba el sujetador, dejando ver el símbolo. Louis sacó una mano, la libre, pues la otra sujetaba la botella, y empezó a pasar los dedos por encima de los trazos de la pintura. Miraba atento, y rozaba con suavidad, dándole pequeñas descargas en la piel a Bianca. Se fijó en cómo entreabría los labios y cómo le brillaban los ojos. Parecía de algún modo fascinado. Después, Louis alzó la mirada, despegando la mano. - Bianca, te juro que si ahora pudiera pedir un deseo, pediría verte como algo más que mi mejor amiga. - ella se mordió el labio. Ese comentario era el que menos esperaba en toda la noche, definitivamente. Le arrebató la botella y pegó un largo trago, para después cambiar de tema.



(...)



- Que asco, joder - dijo Zayn bastantes minutos antes de todo el perifollo aquel. Se frotó varias verse la boca con la parte más inferior del brazo - Jo. Der. - Jane reía, a su lado, y Zayn le dedicó una mirada fulminante.

- Oye, no me perdones la vida - siguió riendo - Admite que ha sido gracioso.

- Claro, lo dices tú que no has bebido. Además estaba calentorro. - ella se rió más.

- Ay por favor. ¿Has visto tú cara? Además has escupido rollo aspersor - más risas.

- Además has escupido rollo aspersor - imitó con sarcasmo mientras se frotaba de nuevo la boca - Bueno, ¿y eso de que hoy no me besas? ¿No te apetece irte a dormir con pis en la boca?

- Mmmm no, gracias - frunció el ceño.

- Pero una cosa, que no me entere yo. Si no hubiera ocurrido esto que tú y yo sabemos- alzó una ceja dándole cierto aire misterioso - ¿nos hubiésemos besado? - Jane se encogió de hombros, disfrutando como el chico aquel luego se irritaba. - Joder, mujeres... - ella le dio un golpe en el brazo.

- Lo has dicho como muy machista.

- Pero si no he dicho nada.

- Ha sido el tono.

- Corrige - le exigió.

- Joder, Jane... - cambió, ofreciendo después una exagerada sonrisa, mientras se colocaba un cigarro detrás de la oreja. - Contestame, anda. - ella miró hacia ambos lados, y después a Zayn, mordiéndose el labio. Cogió el pitillo del chico y lo encendió.

- ¿Sabes qué? - Zayn hizo un movimiento con la cabeza - Tengo un secreto. - él alzó una ceja.

- ¿Un secreto? - ella asintió. - ¿Lo puedo saber? - Jane se encogió de hombros.

- Depende de si te atreves a sufrir o no.

- Me ofrezco a cualquier situación - habló con poderío, intrigado por el secreto y a la vez concenciándose de que nada le podría hacer sufrir. Jane se acercó a él, casi pegando sus labios a su oído y susurró varias palabras, lentas, fijadas.

- Y eso es lo que ocurre - dijo al separarse. Zayn la miró arrugando la frente.

- Mujer, me has roto el corazón - dramático un poco, pero con los ojos abiertos como búhos. 

- Te avisé - finalizó volviendo a llevarse el cigarro a la boca.



(...)



Harry y Alex llevaban casi todo el trayecto sin hablar. Habían decidido ir andando, porque poco iban a conseguir en ese momento respecto a la búsqueda de autobuses.
Habían estado callados y manteniendo al menos medio metro de distancia entre ellos.
Ambos pensaban y pensaban sobre lo ocurrido.
Obviamente es porque les apetecía, en parte también porque lo necesitaban. 
Quedaba no mucho para llegar a la casa cuando Alex se frotó los brazos, presa del frío.
Harry lo vio y no tardó en cederle su abrigo. Cuando fue a dárselo, ella le miró fijamente, hasta que se puso roja. 
Se colocó sobre su propio abrigo (una fina chaqueta negra) el de Harry, que consistía en una gabardina laaarga negra rollo inglés tradicional.


- ¡Parezco un dementor! - dijo Alex sonriendo, como una niña pequeña.

- Friki - la llamó Harry, divertido.

- Bah, idiota. Ahora tú tendrías que echarme tu Patronus o algo de magia o algo así.

- ¿Me estás pidiendo que saque mi varita y que te eche unos cuantos polvos mágicos? - Harry sonrió pícaramente. El doble sentido se había entendido perfectamente.

- Me cago en la leche Harry... - dijo Alex riéndose por el ingenio de aquí el amigo. Volvieron a estar en silencio, y caminaron así hasta que llegaron a la casa. Este último silencio había sido, evidentemente, más cómodo que el anterior. Por una parte, Alex no quería llegar a casa. Porque, ¿qué se supone que iba a ocurrir ahí dentro? ¡No tenía nada pensado! No sabía como iban a desarrollarse las cosas, su cabeza era una acumulación de sugerencias, ideas, de todo. Mientras ella se rayaba, Harry abría la puerta. Ambos entraron en el lugar, quedándose quietos, extraños, tras cerrar la puerta. - Eh... Yo voy al baño, que estoy deseando quitarme todo... eh, esto. - dijo Alex simplemente para librarse, o relajarse un poco de la situación tan peculiar. 


Subió las escaleras rapidísimo, sin mirar atrás. Legó a su cuarto, cogió una camiseta muy grande de pijama, y se metió en el baño, cerrando la puerta.
Lo primero que hizo fue mojarse la cara. Lo necesitaba. ¡Menuda noche! Llena de altibajos, emociones, de todo. Bueno, ¿y ella?
¡Ni se reconocía! ¿Pero esto qué es? 
Es que analicemos los hechos.
Un chico, que es medio hermanastro tuyo, medio ¿primastro?, bailando juntos, y de repente os empezáis a tocar los asuntos el uno al otro.
Pues nada.
Alex se deshizo de toda la ropa que llevaba encima, salvo las bragas, y se puso la camiseta. Se quitó el maquillaje, y ya que estábamos, se lavó los dientes. Hizo ciertas necesidades, y se preparó para salir. Agarró con poca seguridad el pomo, y abrió.
Se quedó bajo el marco de la puerta, muda, observando a Harry, que estaba sentado en la cama pero ahora se había puesto de pie, con solo sus calzoncillos.
Alex no creía mucho en lo de "la magia del amor" pero podría haber jurado que habían saltado chispas transparentes entre ellos en ese momento justo.
Las miradas que se estaban dedicando parecían escogidas de alguna historia rollo Nicholas Sparks. 
La miraba. Harry atento, callado, comiéndose con la mirada, amándola con todo lo demás.
Le miraba. Alex sin moverse, disfrutando del momento, él en su mayor explendor.
Para cuando Alex se dio cuenta ella había andado hacia él de alguna forma, haciendo que la distancia desapareciese.
Harry estiró el brazo y colocó un mechón de pelo detras de la oreja, y eso fue suficiente para hacer que la piel de Alex se erizasen.
Se miraron más profundamente, y los ojos de ambos brillaban como nunca.
Las sensaciones que volaban en el aire en ese momento eran más que palpables.


- ¿Sabes cuanto he esperado este momento? - dijo él pasando una mano por la cintura de ella. Era una pregunta que no necesitaba respuesta - Todas estas semanas, deseando justo y exactamente este momento.- se fue acercando, hasta que quedaron sus frentes juntas, y cerraron los ojos - A que solo fueses mía. - suspiró. Estaba dispuesto a dar el mundo por ella en ese momento, pero necesitaba una pequeña cosa más - Dime que Louis y tú rompisteis porque me querías a mí.


Zasca.


Y otra vez sacando ese tema.
Alex abrió los ojos, con un estado de incomodidad surgiéndole. 
¿Es que el tema Louis siempre iba a ser tratado por Harry? Ya se sentía suficientemente mal como para que encima tuviese al zagal este cada segundo pidiéndola que admita tal cosa.
Pues coñete, cansa.


- Harry, tengo sueño, voy a dormir. - dijo separándose. Ahora se sentía un poco enojada, y se le habían quitado ganas de beso y de todo lo demás. Y mira que le apetecía, pero joder, el comentario ese había sobrado. Harry la observó desde el sitio de antes cómo se metía en la cama, y se refugiaba en la almohada, sin pensar mirarle. Estaba confundido pero tenía la idea casi toda formada.

- No era lo más adecuado para decir, ¿verdad?

- Pues no. - contestó Alex desde donde estaba. Harry suspiró, cagándose en todo por ser un maldito bocazas. ¿Cuánto le costaba un poco más de impaciencia que le hubiese obligado a besarla nada más salir del baño? Pues no. Tuvo que hablar, y por lo tanto cagarla.

- Lo siento - dijo lo más sincero posible. Se mordió el labio, mirando como ella no correspondía a sus ojos. - ¿Puedo... dormir contigo? - preguntó temeroso. Y entonces ella le miró, sí, en ese momento. Que aunque no estaba en el mejor estado, fue incapaz de negarse. Apartó las sábanas dejado un hueco. En apenas tres segundos, él ya estaba dentro, abrazando por la espalda a Alex. - La he cagado, lo siento, siempre la cago... - Alex no contestó - Soy gilipollas.

- Al menos eres un gilipollas guapo - Harry sonrió de lado, y aprovechó que ella había cedido un poquitín, la juntó más a él y le dio un beso en la nuca, rápido, cariñoso, tierno. 

- Buenas noches Alex.

- Lo serán... - susurró ella, juntándose también voluntariamente más a Harry. - Por cierto, muchísimas gracias por las zapatillas. - Harry sonrió contra su brillante pelo, y mientras tanto, se iba rindiendo a Morfeo.



(...)



Niall y Cecilia se habían pasado un buen rato abrazados. Quince minutos, o incluso veinte, ¿quién sabe? 
Habían estado los dos juntos hasta que la brisa ya resultaba una amenaza.


- Cecilia, chst, Cels - dijo Niall no muy alto, pues temía que se hubiese dormido ya que hacía rato que no contestaba. Y así fue. - Mierda. Venga, colabora un poco - movió el cuerpo de la chica y pasó un brazo por su cintura. - Anda, venga.

- Mmmm - ella entreabrió los ojos y movía los pies lentamente, pero sin ser consciente de lo que hacía.

- ¿Estás bien?

- Mmm... Enfadada... - balbuceó suavemente, y Niall suspiró. Menos mal que al meterla en la casa, la música la despertó algo. Miró hacia los lados en busca de alguien conocido.Vio a Zayn y... a una chica a la cual no recordaba del todo, pero le era familiar. Como no quería interrumpir, Niall fue a por Liam, al que encontró sentado en un sofá. Se acercó a él mientras cargaba con Cecilia, que se balanceaba como un péndulo, sin decir comentario, solo cantando una canción de Tom Odell. 

- Me la llevo- informó Niall a Liam, quien se quedó pensativo.

- Yo también me voy, que esto es un asco - habló él con tensión que tienen acumulada en parte.

- Vale.

- Ah toma, me lo dio Alex.- le entregó el móvil.

- Gracias - sonrió.

- Voy a por los abrigos. - dijo Liam. Su compañero asintió y se sentó en el sofá con Cecilia. Se apoyaba sobre el y se iba quedando dormida cada dos por tres, y sino, se ponía a decir alguna que otra idiotez. Así no podia dejarla en casa, y mucho menos con la madre gilipollas que tiene, Claire. Seguro que la castigarían o a algo así. Y como Niall lo que menos quería era eso, cogió el móvil y buscó el contacto de su madre, hasta que lo vio y le escribió un mensaje.


"Mamá, me quedo a dormir con Bianca, besos xx"

Intentó que pareciese lo más femenino posible. 


- ¿Vamos? - Liam llegó con las tres prendas, y las agarraron fuerte mientras salían. Para Niall costó un poco,  porque a la vez tenía que hacer caminar a Cecilia, que casa vez estaba más dormida. Llegaron a la parada del bus tras mucho esfuerzo, y tardó un poco, unos diez  minutos, en llegar el automóvil. Cuando fue así, se sentaron al final. Cecilia ya había llegado al punto de usar las piernas de Niall como almohada y quedarse ahí para siempre, pero no fue así, porque a la décimo primera parada, ya había que bajar. Ambos se despidieron de Liam. Bueno, se despidió Niall y este movió una mano de Cecilia, para que areciese que dijo Adiós. Anduvieron hasta la casa del chico, y él abrió con las llaves, pero con absoluto silencio, pues su familia ya dormía. Atravesaron el primer piso sin llamar nada la atención, como si no estuviesen ahí, aunque todo el mérito se lo llevaba Niall. Subieron las escaleras y se metieron en el cuarto del chico. Él sabía que lo inadecuado era dormir con ella, por razones obvias, ya que su madre estaba ahí, asi que el sofá era lo que le tocaría. Le quitó la ropa a Cecilia, y sintió ganas de besarla, y así lo hizo, brevemente, mientras ella recitaba unos cuantos "mmmm". Le puso, difícilmente, una camiseta suya que le quedaba a Cecilia por la mitad de los muslos.Genial, así iba perfecta. La colocó en la cama con cuidado, susurró un "te quiero" en su oído y depositó un beso en su frente. Después, finalmente, la arropó con las sábanas.


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Ay copón lo que me ha costado escribir este capítulo... principalmente porque me dormía, srly
No sabeis la de tonterías que he llegado a poner de lo medio dormida que estaba
bueno, respecto a lo de subir tarde puede que ni querrais saber el por qué, perocomo yo me siento más buena persona si os digo, y es que estaba llena de cosas esta semana, pero enserio en serio enserio
a mi me encanta este cap, sabeis? OS JURO QUE HE LLORADO ESCRIBIENDO LO DE VICTORIA.
Es que me lo imagino tan real... ajajajajja
buah, y pensé que me quedaría más corto, pero bueno
sorpresas te da la vida
y ya vereis el cap siguiente.
Os cagais
por cierto, qué creeis que es el secreto de Jane?
y qué pasará con victoria y liam?
y buah, no os quejareis que la parte halex mola que te pasas
bueno, y eso, que muchos besis.

8 comentarios:

  1. Son las 04:26 de la mañana y me acabo de leer tu capítulo, y menudo capítulo hija de mi vida!!! Simplemente gracias por escribir, un beso enorme cielo xoxo

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  2. WOW. Eso, solo eso puedo decir, esque tu cap ne ha dejado muda... Esque la parte Halex, que llevo esperando desde que empezo la novela, me dejo perpleja. Me encanta como escribes, lo adoro. Pues ni me imagino cual es el secreto de Jane, pero si se que Lictoria... Bueno, pasaran por cosas duras, pero yo se que lo arreglara... No? Te lo ruego, Lidia por lo que mas quieras, no los separes si? Mira que yo tambien he llorado con lo de Victoria, mi mama me mira raro ahora >_< -_-. Pero bueno, solo eso, me voy, espero subas pronto.
    Besos :) :D

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  3. LIDIAAAAA!!! Madre mia, llevo no se cuantos capitulos sin comentar, es que entre que me quitaban el movil, no podia usar el twitter, tenia examenes, no podia coger el ordenador... pues no me enteraba de cuando subias capitulo y tenia varios acumulados. Asi que aqui estoy, que por fin he acabado los examenes, asi que seguire comentando. Los caps anteriores geniales, y este, bua, estaba super emocionada con la parte de Halex, son adorables. Y Victoria me da una pena y con su madre... ¿Sabes que sueño con los personajes de tus novelas? Soy muy rarita, estoy pirada. Bueno, y ya que dices que el siguiente cap nos vamos a cagar, pues genial. Que asi me lo paso pipa leyendo.
    Besoooooooooooosxx :D

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  4. MADREEE segun iba leyendo, no paraba de pensar, joder que bueno joderu que guay, toma toma jajaajja bueno menos en la parte livctoria, ay pobre, menos mal que bianca ha escuchado algo. La parte Halex me ha dejado un poco embobada. burno que genial genial genial genial genial!! no puedo esperar hasta el proximo capituloo!!
    besos
    Paula :))

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  5. Liddddddiaaa jodeeeer que nos has dejado a mitad de momento Halex, siempre igual, parece que va a pasar y noo y me entra el ansia asdjskfneix
    Y buaaaaa tienes razon, este es de los mejores capitulos, lo que mas me ha gustado ha sido la parte de Louis y Biancaa
    Pobre Victoria, yo creo que Liam va a ir a su casa o algo asi
    Y Ciall no pueden ser mas adorables
    Yyyyy por ultimo ni idea cual sera el secreto de Jane
    Muuuuuuchos beeesos
    @mullingarlies

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  6. Hola Lidius!!!!!
    A mi me encanta, chica no se como lo haces pero me tienes que dar unas clases jaajajajaja.
    Bueno que yo no te puedo decir cual es el secreto de Jane porque prefiero que me sorprendas, que se le va a hacer me encantan las sorpresas!!!
    Por cierto me encantan los momentos Halex y Ciall, son supertiernos y bonitos tanto que al leerlos me enamoran jajajajaja.
    Bueno guapa te dejo qu tengo que estudiar, ya sabes como son los tiempos de examenes.
    Un besazo te quiero.

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  7. Hola lidia. soy oihana. el secreto de jane. es.que ha visto. PONYS DE COLORES JAJAJAAJAJA capitulo genial. Muua willy :)

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